Por: Fernando César López
Hoy, México se encuentra sumido en una terrible crisis ocasionada por un
hecho marcado por la impunidad y la
corrupción, un acto que ha generado controversia por la forma en como sucedió y
se ha ido manejando desde que aconteció hace no más 4 semanas. Una muestra más
de la inminente existencia de una
realidad, vigente más nunca en nuestro país que muchos han tratado de negar; éste es el “día a día” de muchos mexicanos,
ajenos completamente a nuestro circulo social, que viven con temor y
desesperación por la corrupción, la injusticia, el saqueo y extorsión, entre
otras cosas, ejercida por los carteles de la droga o los tres ordenes del
gobierno del estado mexicano.
Estos días, el nombre de uno de estos casos resuena con fuerza por todo
el país: Ayotzinapa. Una voz que ha ejercido un peso abrumador en los últimos
días, un acto abominable que aun sigue sin resolverse del todo. El presente
ensayo, el día lunes 20 de octubre de 2014, tiene por objetivo hacer un
análisis del caso Ayotzinapa en el estado de Guerrero, México. Esta es la
historia.
Antecedentes: El inicio de una masacre
En estas fechas, no existe nadie que no conozca el nombre “Ayotzinapa”.
Pero podemos asegurar que hasta los hechos ocurridos del 26 de Septiembre, no
muchos mexicanos conocían esta pequeña localidad, ubicada a unos 5 kilómetros
al sur de la ciudad de Tixtla de Guerrero, en el estado Guerrero. Una población, marcada como la gran mayoría
del estado, por la miseria que causa la pobreza y el abandono. Sus habitantes,
casi todos ellos campesinos, han vivido en dicho estado crítico durante
generaciones. Como se puede leer en su página web, la escuela normal empezó a
funcionar activamente en el año de 1926, en diferentes barrios de Tixtla, ya
que no tenían plantel fijo. Es hasta el año de 1933, cuando el director Raúl
isidro Burgos inauguró la escuela que lleva su nombre hoy en día. Para muchas
familias, la formación de profesor que ofrece la Normal Rural es la única
manera, dentro del marco legal, para salir de la pobreza; algunos otros están
ahí por que realmente quieren enseñar y ser maestros. Independientemente de
ello, todos buscan tener un mejor desino
del que ofrece la vida en el campo.
Un
hombre llamado José Luis Abarca entraría en escena, llegando súbitamente hacia
la alcaldía de Iguala. Según afirma Luis Hernández Rivero en su sección de
opinión, el 30 de Septiembre del presente año, en el periódico La Jornada: “José Luis Abarca Velázquez pasó de ser un humilde vendedor de sombreros a
joyero, dueño de la plaza comercial Galería Tamarindos y un acaudalado
comerciante. Su fortuna le permitió sufragar en 2011 una costosa campaña
electoral en favor del hoy gobernador Ángel Aguirre Rivero y, un año después,
financiar la suya propia, repartiendo generosamente despensas a sus
simpatizantes.”
Guerrero, al igual que en otros estados de la República
como Michoacán, no hay presencia de un gobierno como tal, solo existe la ley
del más fuerte, del más corrupto o el más hábil. Prácticamente todo el estado
esta influenciado por carteles de la droga, que coludidos con la policía y
gobiernos municipales, controlan completamente sus respectivas regiones. El más
representativo de ellos es el llamado
“Guerreros Unidos” que controla los caminos por donde circula el tráfico de
drogas sintéticas y mariguana dentro de Guerrero y otros estados cercanos como
el Estado de México. Iguala no es la excepción por supuesto. Abarca entró en
contacto con ellos una vez que gano la candidatura municipal y estableció vínculos con varios grupos delictivos junto
con su esposa María de los ´Ángeles Pineda Villa. Según afirma el portal de
internet “El Despertar de la Costa”, Abarca Velázquez y familiares directos
cobraban al erario municipal más de 300 mil pesos mensuales. El sitio web dice:
“A pesar de las inconformidades expuestas por ediles, representantes de los
partidos, legisladores y dirigentes sociales, el munícipe sigue ejerciendo
nepotismo y sostiene a familiares en puestos clave de la administración
municipal.”
Sin embargo, las irregularidades se hicieron notar de manera notoria cuando el alcalde de Iguala
tuvo su primer encuentro con los normalistas de Ayotzinapa, El 30 de Mayo de
2013. La organización conocida como la “Unidad Popular de Iguala” (que surge
precisamente en oposición al presidente municipal Abarca) reclama al alcalde el
asesinato de tres normalistas y el “levantamiento” de ocho miembros de la
organización ejercida por un comando armado. A pesar de todo, Abarca Velázquez
es protegido por el Congreso del propio estado de Guerrero y sus crímenes
quedan impunes. Al preguntarle sobre lo acontecido sobre los hechos de aquel
día , su declaración fue la siguiente: “Al parecer alguien contrató a los ayotzinapos
para hacer desmadres”.
Un 26 de Septiembre lleno de sangre
El viernes 26 de septiembre los normalistas llegaron a
Iguala por diversas razones según los medios de comunicación: La Jornada y la
página de Internet “Indymedia México” afirman que asistieron a Iguala para organizar
una colecta para financiar su asistencia a la marcha conmemorativa del 2 de Octubre. Sin embargo, la Fiscalía
General de Guerrero afirma que el conflicto se empezó a dar cuando los
estudiantes tomaron por la fuerza tres camiones para regresar a su escuela,
motivo por el cual se dio una persecución por parte de la policía municipal.
Tal como publica CNN en su página oficial (teniendo como fuente a la Fiscalía
General antes mencionada) el viernes 10 de Octubre: “Poco después, policías
municipales alcanzaron los
vehículos y les dispararon, lo que causó la muerte
de tres normalistas: Daniel Solís Gallardo, Julio César Ramírez Nava y Julio
César Mondragón. Mientras tanto, en otro hecho, un grupo armado disparó contra
un autobús del equipo de futbol Avispones de la Tercera División y contra otro
auto, lo que provocó el fallecimiento de tres personas más: el chofer del
camión, un menor que jugaba en el equipo de futbol y una mujer que viajaba en
un taxi” Dicho ataque había dejado un
total de 6 muertos, 25 heridos y 57 desaparecidos.
El 27 de septiembre hubo una reagrupación por parte de
los normalistas se dirigieron a las
instalaciones de la Fiscalía de la zona
Norte de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero (PGJE), para
tratar de reclamar a la policía municipal,
la integridad física de 20
estudiantes que habían sido capturados por la policía municipal en la carretera
de camino a la escuela. A pesar de que los normalistas tuvieron la oportunidad de revisar los
separos, no fueron encontrados ahí. El crimen estaba hecho: Entre la policía
municipal y el cartel “Guerreros Unidos” habían logrado el asesinato de 3 normalistas
nuevamente y más de 50 desaparecidos.
¿Cómo es que se puede comprobar esto? A unos días de haberse perpetrado
el atentado según afirma la revista “Proceso” el alcalde fue entrevistado por
Radio Formula para dar su declaración en
donde el perjuraba que jamás había dado ordenes a la policía municipal para
atacar de manera tan agresiva a los estudiantes, y que había sido informado por
su secretario particular sobre lo sucedido tras su salida de una baile
organizado por el DIF junto con su esposa. Sin embargo, conforme fueron
avanzando las investigaciones, ya tomando el Gobierno Federal cartas en el
asunto, Abarca pidió al Cabildo del Ayuntamiento de Iguala, una licencia por 30
días para retirarse del cargo y hasta entonces nadie lo ha encontrado, ni a él
y a su mujer, a pesar de que ya ha sido removido de su cargo.
Incapacidad
Esto nos habla claramente de varias situaciones: El
gobernador de Guerrero Ángel Aguirre durante su gestión ha hecho muy poco (o
prácticamente nada) para solucionar
problema de narcotráfico en Guerrero, Esto nos hace pensar: O Aguirre no está enterado de lo que sucede
dentro de su estado o la corrupción ha llegado ya a nivel estatal y existe ya
una coalición entre ambos bandos para otorgarse mutua protección, que
explicaría, en consecuencia la falta de acción del estado guerrerense. El PRD
por su parte ha pedido disculpas por haber elegido como candidato al alcalde de
Iguala y ha tomado en consideración la renuncia del Gobernador Aguirre en el
caso.
La renuncia del Gobernador no es la respuesta para
encontrar una solución; ante todo debe afrontar su responsabilidad como
mandatario de Guerrero y dar una
respuesta clara ante los hechos ocurridos. El presidente nacional del PRD,
Carlos Navarrete, posiblemente este tratando de deslindarse de Ángel Aguirre
dado que conocen los nexos entre su gobierno y el narcotráfico y esto, de
manera obvia, daña la imagen del partido a nivel nacional. Independientemente de si renuncie o no, lo
importante es que Aguirre no deje de ser investigado para descubrir, si tiene
alguna relación con el caso Ayotzinapa y otros crímenes cometidos. Por su parte
el Presidente Enrique Peña Nieto declaro lo siguiente:
“Al igual que la sociedad mexicana, como Presidente de la República, me encuentro profundamente indignado y consternado ante la información que ha venido dándose a lo largo del fin de semana.
Lamento de manera muy particular la violencia que se ha
dado y, sobre todo, que sean jóvenes
estudiantes los que hayan resultado afectados y violentados en sus derechos en
el Municipio de Iguala.
La sociedad mexicana, los familiares de los jóvenes, lamentablemente
que se encuentran desaparecidos, demandan, con toda razón, el esclarecimiento
de los hechos y que se haga justicia; que se encuentre a los responsables de
estos hechos y que no quepa aquí impunidad alguna.”
El Gobierno Federal empieza entonces a tomar cartas en el asunto de diversas maneras:
- Elementos de la Gendarmería Nacional: Aquella nueva subdivisión de la Policía Federal que fue creada con el objeto de brindar protección a los pequeños propietarios y comerciantes en contra del crimen organizado. Hasta ahora, tal parece que toda la parafernalia que se dio en torno a este nuevo grupo volvió a resultar demagógica y falsa, dado que no han logrado dar con los estudiantes desaparecidos.
- La detención de más de 50 personas que están supuestamente involucradas en el asunto entre los que se encuentran policías municipales de iguala, miembros del cartel “Guerreros Unidos” y policías de Cocula (14) que confesaron haber entregado a los muchachos al cartel de los “Guerreros Unidos”
- Se suicida el 14 de octubre, Benjamín Mondragón Pereda, líder que controlaba todos los grupos delictivos que operaban Guerrero y sus alrededores, al verse rodeado por soldados federales en su casa de Jiutepec, Morelos.
- El Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam ha confirmado que han encontrado varias fosas clandestinas en las que solo se habían estudiado 28 cuerpos (hallados en las 6 primeras fosas) que se encontraban en investigación, con la ayuda especial de un grupo forense argentino. Sumado a esto, informa “Sin embargo.mx” el 15 de octubre que : Una brigada de 200 integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) encontró el lunes pasado cuatro fosas con restos humanos en el área de “La Parota”, Iguala.
Lo importante que debemos resaltar es que incluso el mismo Gobierno
Federal, a pesar de los avances realizados y de haber mencionado que su
prioridad principal son los jóvenes, se muestra incapaz para hallar 43
desaparecidos después de más de 20 días de lo sucedido en Iguala. El hecho
mismo de que hallaran más fosas clandestinas de las esperadas nos habla de un
problema que se agrava constantemente.
La pregunta es: ¿A cuántos casos corresponden sin resolver todos los
cuerpos encontrados que no tienen relación al caso Ayotzinapa? ¿Cuántos
crímenes y asesinatos han quedado impunes a lo largo de los años? ¿Cuántos
delitos se han encubierto gracias a la policía municipal en varios estados del
país? ¿O acaso hay una complicidad del Gobierno Federal, que no permite que el
caso se resuelva?. Como habíamos dicho al principio de este ensayo, la cruel realidad de un país lleno de violencia jamás se ha ido, siempre ha estado ahí…
La llama que se extiende
Los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa han levantado
prácticamente todo el mundo ,una llama que se extiende en símbolo de protesta
por la desaparición de los jóvenes normalistas. Para comenzar, en Guerrero han
“cerrado” 16 de los 81 municipios que conforman el estado para evitar algún tipo de confrontación con los
normalistas. CNN afirma en su página web el 16 de octubre que: “Estos municipios se suman a Chilpancingo y Huamuxtitlán, que están
tomados por normalistas y maestros, y forman parte de una estrategia de
protestas de familiares de las víctimas, normalistas, maestros y organizaciones
sociales de los 43 desaparecidos, con las cuales pretenden
"paralizar" a Guerrero a través de la "toma" de todas
las carreteras y de las 81 presidencias municipales del estado”
A su vez, estudiantes universitarios de
instituciones públicas y privadas en todo el país, entre las más destacadas se
encuentran la UNAM, LA UAM, EL IPN, EL ITESM Y LA ITAM. Varias de estas universidades han entrado en
paro, como forma de protesta para la ubicación inmediata de los 43
desaparecidos.
E incluso existe una presión internacional por
parte de organismos de gran peso a nivel mundial como la ONU, LA OEA y la Unión
Europea. Todas ellas dieron sus declaraciones oficiales el 10, 3 y 12 de
octubre respectivamente. Asimismo, legisladores de al menos 33 países de América
Latina han exigido a México el esclarecimiento de estos hechos. Aquí nos
podemos percatar de dos puntos a analizar:
- La existencia de presión mundial hacia México nos revela de manera implícita un punto que necesariamente se debe tocar: La imagen de México se demerita gradualmente (de por si ya lo estaba antes) ya que Ayotzinapa le muestra al mundo una realidad que el Gobierno a veces quiere negar, una realidad plagada de sangre, injusticia y corrupción que ya está desapareciendo, según ellos, gracias a las acciones del gobierno. La impunidad en Ayotzinapa nos ha demostrado lo contrario. Hemos visto que la administración de Enrique Peña ha tratado de crear y fortalecer las relaciones diplomáticas y político financieras con muchas naciones y bloques económicos como Japón. Sumado a esto, las reformas financiera, energética y de telecomunicaciones le han querido dar a entender al globo que México es un Estado abierto a la inversión y modernización. La pregunta sería ¿Ahora que la imagen de nuestro país se ha demeritado, será posible que se rompan dichas relaciones político financieras que se han tratado de construir a lo largo de estos dos años?
- Muchas veces nos hemos quejado de la pasividad en general de la sociedad mexicana, siempre tan taciturna y ajena a la impunidad y la corrupción del gobierno mexicano. Protestar es una forma de exigir nuestros derechos, de hacer valer nuestra voz frente a las injusticias que se cometen, pero creo que hay de formas a formas. Varias veces un acto de protesta se convierte en un acto vandálico que perjudica cientos de civiles como pequeños comerciantes y empleados públicos que no tienen nada que ver en el caso. Tal como señala el analista Juan Ignacio Zavala en su columna de “Milenio” publicada el 15 de octubre: “Un estudiante decía que ellos sí asaltaban comercios, quemaban establecimientos, asaltaban y secuestraban autobuses pero que jamás se habían metido con el crimen organizado. Como de costumbre el ciudadano que quiere tener una vida normal es el que paga.” El acto de protesta no es malo, pero que devenga en la barbarie es algo inaceptable
Conclusión
Esperemos que
el caso Ayotzinapa no se convierte en otro “68” en otro “Aguas Blancas” en otro
“Tlatlaya” en otro “Acteal”. Casos que no se han esclarecido del todo. La impunidad que se vive en nuestro país no
puede seguir imperando así. Este es un México que nos duele a todos nosotros
profundamente; un México del que ya estamos cansados y no podemos seguir
soportando; que llora profundamente lagrimas de injusticia incesables. Un
México del cual renegamos mucho y a veces no hacemos nada para cambiarlo.
Toda la comunidad estudiantil mexicana tiene una enorme responsabilidad
con su país. Nosotros, estudiantes, debemos poner el ejemplo. Muchas veces, como dije, se ha hablado de una sociedad taciturna y pasiva que no responde ante la corrupción e impunidad de un Estado que se empeña en hacernos creer el mismo discurso lleno de vaciedad, una demagogia política que se empeña a tratar a los ciudadanos como idiotas, cuando hoy nos percatamos de lo contrario. Miles de personas y estudiantes, protestando, manifestándose, alzando la voz por aquéllos que la perdieron y por cientos que aún esperan ser escuchados ante la falsedad e inutilidad de un Estado que ha perdido toda credibilidad ante sus ciudadanos y el mundo entero, que prácticamente, ya están cansados. A pesar de todo la negligencia del gobierno sigue y nosotros seguimos sin una respuesta.
Nuestra protesta, compañeros estudiantes, va más allá de realizar paros de 48 horas, la mejor forma de cambiar esta situación que tanto nos repudia es asistiendo a clases, formándonos como seres humanos, además de profesionistas. El objetivo de toda universidad, sea pública o privada, es brindar una educación que establezca siempre una postura crítica y reflexiva ante los grandes problemas nacionales, un pensamiento que rompa viejos paradigmas y establezca cambios productivos y nuevos para México. Aquél que se informa y que estudia no puede ser controlado por un Estado represor como éste.
Nosotros no sólo somos el futuro de nuestra nación, también somos su presente y el privilegio que nosotros tenemos al recibir una educación de nivel superior la tienen muy pocos en este país. A mi parecer, ésa es la mejor forma de protestar.
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