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martes, 21 de octubre de 2014

Ayotzinapa: El México que nos duele a todos


Por: Fernando César López

Hoy, México se encuentra sumido en una terrible crisis ocasionada por un hecho marcado por la impunidad  y la corrupción, un acto que ha generado controversia por la forma en como sucedió y se ha ido manejando desde que aconteció hace no más 4 semanas. Una muestra más de la inminente  existencia de una realidad, vigente más nunca en nuestro país que muchos han tratado de negar;  éste es el “día a día” de muchos mexicanos, ajenos completamente a nuestro circulo social, que viven con temor y desesperación por la corrupción, la injusticia, el saqueo y extorsión, entre otras cosas, ejercida por los carteles de la droga o los tres ordenes del gobierno del estado mexicano.

Estos días, el nombre de uno de estos casos resuena con fuerza por todo el país: Ayotzinapa. Una voz que ha ejercido un peso abrumador en los últimos días, un acto abominable que aun sigue sin resolverse del todo. El presente ensayo, el día lunes 20 de octubre de 2014, tiene por objetivo hacer un análisis del caso Ayotzinapa en el estado de Guerrero, México. Esta es la historia.

Antecedentes: El inicio de una masacre
En estas fechas, no existe nadie que no conozca el nombre “Ayotzinapa”. Pero podemos asegurar que hasta los hechos ocurridos del 26 de Septiembre, no muchos mexicanos conocían esta pequeña localidad, ubicada a unos 5 kilómetros al sur de la ciudad de Tixtla de Guerrero, en el estado Guerrero.  Una población, marcada como la gran mayoría del estado, por la miseria que causa la pobreza y el abandono. Sus habitantes, casi todos ellos campesinos, han vivido en dicho estado crítico durante generaciones. Como se puede leer en su página web, la escuela normal empezó a funcionar activamente en el año de 1926, en diferentes barrios de Tixtla, ya que no tenían plantel fijo. Es hasta el año de 1933, cuando el director Raúl isidro Burgos inauguró la escuela que lleva su nombre hoy en día. Para muchas familias, la formación de profesor que ofrece la Normal Rural es la única manera, dentro del marco legal, para salir de la pobreza; algunos otros están ahí por que realmente quieren enseñar y ser maestros. Independientemente de ello, todos buscan  tener un mejor desino del que ofrece la vida en el campo.

Un hombre llamado José Luis Abarca entraría en escena, llegando súbitamente hacia la alcaldía de Iguala. Según afirma Luis Hernández Rivero en su sección de opinión, el 30 de Septiembre del presente año, en el periódico La Jornada: “José Luis Abarca Velázquez pasó de ser un humilde vendedor de sombreros a joyero, dueño de la plaza comercial Galería Tamarindos y un acaudalado comerciante. Su fortuna le permitió sufragar en 2011 una costosa campaña electoral en favor del hoy gobernador Ángel Aguirre Rivero y, un año después, financiar la suya propia, repartiendo generosamente despensas a sus simpatizantes.” 

Guerrero, al igual que en otros estados de la República como Michoacán, no hay presencia de un gobierno como tal, solo existe la ley del más fuerte, del más corrupto o el más hábil. Prácticamente todo el estado esta influenciado por carteles de la droga, que coludidos con la policía y gobiernos municipales, controlan completamente sus respectivas regiones. El más representativo  de ellos es el llamado “Guerreros Unidos” que controla los caminos por donde circula el tráfico de drogas sintéticas y mariguana dentro de Guerrero y otros estados cercanos como el Estado de México. Iguala no es la excepción por supuesto. Abarca entró en contacto con ellos una vez que gano la candidatura municipal y estableció  vínculos con varios grupos delictivos junto con su esposa María de los ´Ángeles Pineda Villa. Según afirma el portal de internet “El Despertar de la Costa”, Abarca Velázquez y familiares directos cobraban al erario municipal más de 300 mil pesos mensuales. El sitio web dice: “A pesar de las inconformidades expuestas por ediles, representantes de los partidos, legisladores y dirigentes sociales, el munícipe sigue ejerciendo nepotismo y sostiene a familiares en puestos clave de la administración municipal.”

Sin embargo, las irregularidades se hicieron notar  de manera notoria cuando el alcalde de Iguala tuvo su primer encuentro con los normalistas de Ayotzinapa, El 30 de Mayo de 2013. La organización conocida como la “Unidad Popular de Iguala” (que surge precisamente en oposición al presidente municipal Abarca) reclama al alcalde el asesinato de tres normalistas y el “levantamiento” de ocho miembros de la organización ejercida por un comando armado. A pesar de todo, Abarca Velázquez es protegido por el Congreso del propio estado de Guerrero y sus crímenes quedan impunes. Al preguntarle sobre lo acontecido sobre los hechos de aquel día , su declaración fue la siguiente: “Al parecer alguien contrató a los ayotzinapos para hacer desmadres”.





Un 26 de Septiembre lleno de sangre
El viernes 26 de septiembre los normalistas llegaron a Iguala por diversas razones según los medios de comunicación: La Jornada y la página de Internet “Indymedia México”  afirman que asistieron a Iguala para organizar una colecta para financiar su asistencia a la marcha conmemorativa  del 2 de Octubre. Sin embargo, la Fiscalía General de Guerrero afirma que el conflicto se empezó a dar cuando los estudiantes tomaron por la fuerza tres camiones para regresar a su escuela, motivo por el cual se dio una persecución por parte de la policía municipal. Tal como publica CNN en su página oficial (teniendo como fuente a la Fiscalía General antes mencionada) el viernes 10 de Octubre: “Poco después, policías municipales alcanzaron los vehículos y les dispararon, lo que causó la muerte de tres normalistas: Daniel Solís Gallardo, Julio César Ramírez Nava y Julio César Mondragón. Mientras tanto, en otro hecho, un grupo armado disparó contra un autobús del equipo de futbol Avispones de la Tercera División y contra otro auto, lo que provocó el fallecimiento de tres personas más: el chofer del camión, un menor que jugaba en el equipo de futbol y una mujer que viajaba en un taxi”  Dicho ataque había dejado un total de 6 muertos, 25 heridos y 57 desaparecidos.

El 27 de septiembre hubo una reagrupación por parte de los normalistas  se dirigieron a las instalaciones de la  Fiscalía de la zona Norte de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero (PGJE), para tratar de reclamar a la policía municipal,  la integridad física de  20 estudiantes que habían sido capturados por la policía municipal en la carretera de camino a la escuela. A pesar de que los normalistas  tuvieron la oportunidad de revisar los separos, no fueron encontrados ahí. El crimen estaba hecho: Entre la policía municipal y el cartel “Guerreros Unidos” habían logrado el asesinato de  3 normalistas  nuevamente y más de 50 desaparecidos.  ¿Cómo es que se puede comprobar esto? A unos días de haberse perpetrado el atentado según afirma la revista “Proceso” el alcalde fue entrevistado por Radio Formula  para dar su declaración en donde el perjuraba que jamás había dado ordenes a la policía municipal para atacar de manera tan agresiva a los estudiantes, y que había sido informado por su secretario particular sobre lo sucedido tras su salida de una baile organizado por el DIF junto con su esposa. Sin embargo, conforme fueron avanzando las investigaciones, ya tomando el Gobierno Federal cartas en el asunto, Abarca pidió al Cabildo del Ayuntamiento de Iguala, una licencia por 30 días para retirarse del cargo y hasta entonces nadie lo ha encontrado, ni a él y a su mujer, a pesar de que ya ha sido removido de su cargo.





Incapacidad
Esto nos habla claramente de varias situaciones: El gobernador de Guerrero Ángel Aguirre durante su gestión ha hecho muy poco (o prácticamente nada) para solucionar  problema de narcotráfico en Guerrero, Esto nos hace pensar:  O Aguirre no está enterado de lo que sucede dentro de su estado o la corrupción ha llegado ya a nivel estatal y existe ya una coalición entre ambos bandos para otorgarse mutua protección, que explicaría, en consecuencia la falta de acción del estado guerrerense. El PRD por su parte ha pedido disculpas por haber elegido como candidato al alcalde de Iguala y ha tomado en consideración la renuncia del Gobernador Aguirre en el caso.

La renuncia del Gobernador no es la respuesta para encontrar una solución; ante todo debe afrontar su responsabilidad como mandatario de Guerrero  y dar una respuesta clara ante los hechos ocurridos. El presidente nacional del PRD, Carlos Navarrete, posiblemente este tratando de deslindarse de Ángel Aguirre dado que conocen los nexos entre su gobierno y el narcotráfico y esto, de manera obvia, daña la imagen del partido a nivel nacional.  Independientemente de si renuncie o no, lo importante es que Aguirre no deje de ser investigado para descubrir, si tiene alguna relación con el caso Ayotzinapa y otros crímenes cometidos. Por su parte el Presidente Enrique Peña Nieto declaro lo siguiente:

“Al igual que la sociedad mexicana, como Presidente de la República, me encuentro profundamente indignado y consternado ante la información que ha venido dándose a lo largo del fin de semana.
Lamento de manera muy particular la violencia que se ha dado y, sobre todo, que sean jóvenes estudiantes los que hayan resultado afectados y violentados en sus derechos en el Municipio de Iguala.
La sociedad mexicana, los familiares de los jóvenes, lamentablemente que se encuentran desaparecidos, demandan, con toda razón, el esclarecimiento de los hechos y que se haga justicia; que se encuentre a los responsables de estos hechos y que no quepa aquí impunidad alguna.”

El Gobierno Federal empieza entonces a tomar cartas en el asunto de diversas maneras:
  • Elementos de la Gendarmería Nacional:  Aquella nueva subdivisión de la Policía Federal que fue creada con el objeto de brindar protección a los pequeños propietarios y comerciantes en contra del crimen organizado. Hasta ahora, tal parece que toda la parafernalia que se dio en torno a este nuevo grupo volvió a resultar demagógica y falsa, dado que no han logrado dar con los estudiantes desaparecidos.
  •  La detención de más de 50 personas que están supuestamente involucradas en el asunto entre los que se encuentran policías municipales de iguala, miembros del cartel “Guerreros Unidos” y policías de Cocula (14) que confesaron haber entregado a los muchachos al cartel de los “Guerreros Unidos”
  •   Se suicida el 14 de octubre,  Benjamín Mondragón Pereda, líder que controlaba todos los grupos delictivos que operaban Guerrero y sus alrededores, al verse rodeado por soldados federales en su casa de Jiutepec, Morelos.
  •  El Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam ha confirmado que han encontrado varias fosas clandestinas en las que solo se habían estudiado 28 cuerpos (hallados en las 6 primeras fosas) que se encontraban en investigación,  con la ayuda especial de un grupo forense argentino. Sumado a esto, informa “Sin embargo.mx” el 15 de octubre que : Una brigada de 200 integrantes de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) encontró el lunes pasado cuatro fosas con restos humanos en el área de “La Parota”, Iguala.
Lo importante que debemos resaltar es que incluso el mismo Gobierno Federal, a pesar de los avances realizados y de haber mencionado que su prioridad principal son los jóvenes, se muestra incapaz para hallar 43 desaparecidos después de más de 20 días de lo sucedido en Iguala. El hecho mismo de que hallaran más fosas clandestinas de las esperadas nos habla de un problema que se agrava constantemente.

La pregunta es: ¿A cuántos casos corresponden sin resolver todos los cuerpos encontrados que no tienen relación al caso Ayotzinapa? ¿Cuántos crímenes y asesinatos han quedado impunes a lo largo de los años? ¿Cuántos delitos se han encubierto gracias a la policía municipal en varios estados del país? ¿O acaso hay una complicidad del Gobierno Federal, que no permite que el caso se resuelva?. Como habíamos dicho al principio de este ensayo,  la  cruel realidad de un país lleno de violencia jamás se ha ido, siempre ha estado ahí…






La llama que se extiende
Los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa han levantado prácticamente todo el mundo ,una llama que se extiende en símbolo de protesta por la desaparición de los jóvenes normalistas. Para comenzar, en Guerrero han “cerrado” 16 de los 81 municipios que conforman el estado para evitar  algún tipo de confrontación con los normalistas. CNN afirma en su página web el 16 de octubre que: “Estos municipios se suman a Chilpancingo y Huamuxtitlán, que están tomados por normalistas y maestros, y forman parte de una estrategia de protestas de familiares de las víctimas, normalistas, maestros y organizaciones sociales de los 43 desaparecidos, con las cuales pretenden "paralizar" a Guerrero a través de la "toma" de todas las carreteras y de las 81 presidencias municipales del estado”

A su vez, estudiantes universitarios de instituciones públicas y privadas en todo el país, entre las más destacadas se encuentran la UNAM, LA UAM, EL IPN, EL ITESM Y LA ITAM.  Varias de estas universidades han entrado en paro, como forma de protesta para la ubicación inmediata de los 43 desaparecidos.

E incluso existe una presión internacional por parte de organismos de gran peso a nivel mundial como la ONU, LA OEA y la Unión Europea. Todas ellas dieron sus declaraciones oficiales el 10, 3 y 12 de octubre respectivamente. Asimismo, legisladores de al menos 33 países de América Latina han exigido a México el esclarecimiento de estos hechos. Aquí nos podemos percatar de dos puntos a analizar:


  • La existencia de presión mundial hacia México nos revela de manera implícita un punto que necesariamente se debe tocar: La imagen de México se demerita gradualmente (de por si ya lo estaba antes) ya que Ayotzinapa le muestra al mundo una realidad que el Gobierno a veces quiere negar, una realidad plagada  de sangre, injusticia  y corrupción que ya está desapareciendo, según ellos,  gracias a las acciones del gobierno. La impunidad en Ayotzinapa nos ha demostrado lo contrario. Hemos visto que la administración de Enrique Peña ha tratado de crear  y fortalecer las relaciones diplomáticas y político financieras con muchas naciones y bloques económicos como Japón. Sumado a esto, las reformas financiera, energética y de telecomunicaciones le han querido dar a entender al globo que México es un Estado abierto a la inversión y modernización. La pregunta sería ¿Ahora que la imagen de nuestro país se ha demeritado, será posible que se rompan dichas relaciones político financieras que se han tratado de construir a lo largo de estos dos años?   

  • Muchas veces nos hemos quejado de la pasividad en general de la sociedad mexicana, siempre tan taciturna y ajena a la impunidad y la corrupción del gobierno mexicano. Protestar es una forma de exigir nuestros derechos, de hacer valer nuestra voz frente a las injusticias que se cometen, pero creo que hay de formas a formas. Varias veces un acto de protesta se convierte en un acto vandálico que perjudica cientos de civiles como pequeños comerciantes y empleados públicos que no tienen nada que ver en el caso. Tal como señala el analista Juan Ignacio Zavala en su columna de “Milenio” publicada el 15 de octubre: “Un estudiante decía que ellos sí asaltaban comercios, quemaban establecimientos, asaltaban y secuestraban autobuses pero que jamás se habían metido con el crimen organizado. Como de costumbre el ciudadano que quiere tener una vida normal es el que paga.” El acto de protesta no es malo, pero que devenga en la barbarie es algo inaceptable

Conclusión

Esperemos que el caso Ayotzinapa no se convierte en otro “68” en otro “Aguas Blancas” en otro “Tlatlaya” en otro “Acteal”. Casos que no se han esclarecido  del todo.  La impunidad que se vive en nuestro país no puede seguir imperando así. Este es un México que nos duele a todos nosotros profundamente; un México del que ya estamos cansados y no podemos seguir soportando; que llora profundamente lagrimas de injusticia incesables. Un México del cual renegamos mucho  y a veces no hacemos nada para cambiarlo.





Toda la comunidad estudiantil mexicana tiene una enorme responsabilidad con su país. Nosotros, estudiantes, debemos poner el ejemplo. Muchas veces, como dije, se ha hablado de una sociedad taciturna y pasiva que no responde ante la corrupción e impunidad  de un Estado que se empeña en hacernos creer el mismo discurso lleno de vaciedad, una demagogia política que se empeña a tratar a los ciudadanos como idiotas, cuando hoy nos percatamos de lo contrario. Miles de personas y estudiantes, protestando, manifestándose, alzando la voz por aquéllos que la perdieron y por cientos que aún esperan ser escuchados ante la falsedad e inutilidad de un Estado que ha perdido toda credibilidad ante sus ciudadanos y el mundo entero, que prácticamente, ya están cansados. A pesar de todo la negligencia del gobierno  sigue y nosotros seguimos sin una respuesta. 

Nuestra protesta,  compañeros estudiantes, va más allá de realizar paros de 48 horas,  la mejor forma de cambiar esta situación que tanto nos repudia es asistiendo a clases, formándonos como seres humanos, además de profesionistas. El objetivo de toda universidad, sea pública o privada, es brindar una educación  que establezca siempre una postura crítica y reflexiva ante los grandes problemas nacionales, un pensamiento  que rompa viejos paradigmas y establezca cambios productivos y nuevos para México. Aquél que se informa y que estudia no puede ser controlado por un Estado represor como éste.

Nosotros no sólo somos el futuro de nuestra nación, también somos su presente y el privilegio que nosotros tenemos al  recibir una educación de nivel superior la tienen muy pocos en este país. A mi parecer, ésa es la mejor forma de protestar. 

¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!




martes, 14 de octubre de 2014

La cara “friki” de la Ciudad de México.

Por: Fernando César López


Miles de capitalinos han pasado cientos de veces por el memorable Centro Histórico de la Ciudad de México, un reflejo y a la vez, una  convergencia extraordinaria entre varias etapas históricas de nuestro país reunidas en un solo lugar: la suntuosidad de los grandes edificios de origen colonial impregnados de un olor barroco y neoclásico que aun podemos degustar al contemplarlos, como la emblemática Catedral Metropolitana o el majestuoso Palacio de Iturbide (hoy Museo Palacio de Cultura Banamex); el  ancestro prehispánico conocido como El Templo Mayor, que  también se asoma de manera imponente, negándose a morir en el olvido y recordándole continuamente a los mexicanos su herencia indígena; y por supuesto, el Art Nouveau francés, mostrándose de manera soberbia y elegante en el Palacio de Bellas Artes o el Palacio de Correos de la Ciudad de México.

Sin embargo, existe un lugar en esta parte de la ciudad  que contrasta profundamente con nuestro pasado histórico, una parte más  moderna y “japonesa” que nos devela continuamente que México, además de ser polifacético, es  también un país de contrastes. Un recinto llamado el Bazar del Entretenimiento y Videojuego, pero conocido popularmente como la Frikiplaza.


“La Meca” de la cultura japonesa en México

¿Quién creería acaso que un edificio ubicado en el Eje Central número 9, frente a la Torre Latinoamericana, en el corazón del Centro Histórico sería el portal hacia otra dimensión totalmente diferente? La Frikiplaza es una realidad a la que muchos mexicanos aun no están habituados, ya que este recinto de 4 pisos y más de 250 locales alberga a todos los fanáticos del anime, manga, videojuegos, comics, juegos de cartas coleccionables y música pop oriental. Estos chavos son conocidos popularmente como “frikis.”

En el primer piso encontramos un lugar que no rebasa en lo absoluto el margen de lo normal, una decoración propia del lugar que vende productos relacionados con la electrónica y tecnología como celulares, computadoras, memorias SD, software, reproductores de música ,entre otras cosas más; aunque uno se puede percatar inmediatamente de algunos vendedores de videojuegos que se asoman de manera somera.

Pero, a partir, del segundo piso el ambiente cambia drásticamente para ofrecernos el paraíso en el que todo friki desearía estar. Cientos de jóvenes se asoman entre los diversos puestos de música pop japonesa y coreana, mejor conocida como J-POP Y K-POP para conocer las últimas novedades traídas del lejano oriente o simplemente para buscar a sus artistas favoritos; están también aquellos locales que tienen infinidad de animes famosos a nivel internacional entre la comunidad friki. Desde grandes clásicos como Dragon Ball Z, Doraemon, Sailor Moon, Los Caballeros del Zodiaco y Sakura Card Captor, hasta más recientes como Naruto, Death Note y One Piece. Todos ellos vendidos en formatos DVD que muchas veces no son originales. Entre este mismo piso, el contraste es interesante al encontrar locales más “occidentales” que venden comics y artículos coleccionables de grandes franquicias como Marvel, DC Comics, Star Wars, El Señor de los Anillos y The Walking Dead.

Wii U, Play Station 4, Magic, comida y mucho más…

Decenas (quizá cientos) de cabezas centradas, enfocadas detenidamente en su siguiente jugada, con 5 o 6 cartas en mano, mientras su oponente barajea sus cartas rápidamente; otros que reciben destellos de luces en sus ojos (aparentemente inmunes) que proyectan sus consolas portátiles de videojuegos, como el Nintendo 3DS. Largas mesas dispuestas a lo largo del segundo y tercer piso para que todos puedan jugar cómodamente. Y alrededor de éstas, puestos de videojuegos y cartas para reforzar su mazo o probar algún videojuego nuevo.

Prácticamente se puede encontrar de todo en videojuegos desde lanzamientos recientes hasta juegos de hace 30 años. No es difícil encontrar algún veterano “Gamer” (friki amante de los videojuegos) que desee revivir sus días de gloria con sus juegos de la infancia, con la consola Nintendo Entretainement System (Nintendo NES) del año 1985 ;  o un niño que viene con enorme ilusión al venir por primera vez, siempre acompañado de su complaciente madre, que desea comprarle el último juego de la serie FIFA para Xbox One.

Las cartas no son una excepción. Cada puesto posee cartas de diferentes juegos coleccionables como Magic: The Gathering, Pokemon, Yu-Gi-OH, Mitos y Leyendas y muchos más, e incluso, algunas pueden llegar a costar hasta 500 pesos, dependiendo de su rareza o “efectividad en combate”. Al igual que el ajedrez o algún deporte físico, existen torneos nacionales e internacionales donde se baten en duelo los mejores para demostrar sus habilidades; la mayoría de los jugadores que frecuentan la Frikiplaza son bastante experimentados, capaces de enfrentarse a cualquiera.

Para todos los jugadores o visitantes hambrientos también podemos encontrar pequeños locales de comida japonesa, algunos de ellos atendidos por personas de origen nipón o de ascendencia asiática, que venden productos importados como bebidas o dulces.

El cuarto y ultimo piso está enfocado en lo que se conoce coloquialmente como “maquinitas” en donde puedes “echar la reta” con tus amigos en juegos clásicos y obligatorios como “Marvel vs Capcom” o “ Guitar Hero”.'



Nuevas Identidades

Un “Cosplay” (persona disfrazada de su personaje de anime favorito) va mucho más allá de ser un simple disfraz, se trata de actuar y comportarse como su personaje, adquiriendo de manera repentina otra identidad, dándole vida a un ser que estaba determinado a existir en un manga (comic japonés). Diana Hernández deja de ser ella misma para convertirse en “Sakura Haruno” del anime Naruto. “Se trata de olvidar por un momento mis problemas para pasarla bien con mis amigos y entender a los personajes que amo como Sakura, por ejemplo” La frikiplaza se ha caracterizado desde hace años por organizar los mejores eventos y concursos de “cosplayers” a nivel nacional y tener los mejores accesorios para crear uno.

Todo menos un simple bazar

Nadie creería hoy en día que un espacio que nació hace 10 años con el objeto de enfocarse en la tecnología se convirtiera en la casa de miles de personas que comparten afinidades en común. Ser friki en este lugar va mucho más allá de compartir gustos con tus amigos, es un espacio de convivencia, de tolerancia y respeto, mismo que algunas veces no encuentran en nuestra sociedad tan hermética, que con frecuencia suele nombrar a estos grupos como “desadaptados” “tetos” o “cagados”. Muchos de ellos no encuentran una aceptación por parte de sus padres, amigos o compañeros de la escuela y la reciben aquí entre completos desconocidos.
No importa si no eres chilango, la Frikiplaza tiene sucursales en 20 estados de la república con zonas de juego, pero sin duda la mejor todas a encuentras en el DF.

Ante todo, como periodista o investigador es importante romper con los paradigmas de nuestra comunidad para atrevernos a conocer otros grupos sociales ajenos a nosotros. Comprenderlos significa entender la complejidad de nuestra sociedad contemporánea. Una comunidad, y por lo tanto la cultura, cambia constantemente. La influencia japonesa es tan grande en estos jóvenes, que algunas veces les genera un sentido de identidad mayor (aunque no pertenezcan a esta cultura) que la propia mexicana.

Para muchos un espacio de entretenimiento. Para otros como Fernando Valdivia, estudiante de comunicación afirma: “Un grupo de desadaptados que no encajan en la sociedad.” Cualquiera que sea la opinión del lector, no podrá negar que la comunidad friki es diferente a la clase de jóvenes que estamos acostumbrados a ver. Se atreven a ser diferentes por encima  de burlas o críticas que puedan recibir.  Y tal como dice el lema de la Frkiplaza: “Todo menos normal”



lunes, 1 de septiembre de 2014

De la Realeza a la Insurgencia: Numismática mexicana

Por: Fernando César López

No existe ningún mexicano que no conozca las monedas de su país. Las identificamos por los signos (números), los colores, el tamaño, el material y, por supuesto su valor. Prácticamente, las transacciones monetarias están presentes en cada ámbito de nuestra cotidianidad, y sin embargo, sabemos muy poco de ellas. El dinero, es un medio de pago que sirve para conseguir productos o servicios que sean de utilidad para nuestras vidas; francamente, al sacar una moneda(s) del bolsillo para comprar algo, no te detienes a observarla fijamente, simplemente observamos el valor que tiene para saber si debemos o no usarla.

¿Quién diría que llevamos en nuestras carteras, monederos y bolsas un pedazo importante de nuestra historia?. Un reflejo de quienes somos como país y la identidad que nos atañe y distingue de otras naciones en el mundo. Nuestras monedas, sin saberlo, nos revelan la historia que ha sido acuñada dentro de ellas por aquellos que nos precedieron en este país.

El ancestro con barbas de plata

Tras el fin del periodo de la Conquista, México (en aquél entonces Nueva España) conoció lo que significaba la palabra “dinero”. El mismo sistema monetario que usa la metrópoli es implantado en todas sus colonias; conocido como octaval, ya que la denominación de sus monedas se basa en el 8 (es decir, había monedas de 8,4 2, 1 y ½ real  principalmente). La unidad por excelencia de este sistema es el real, cuyo material es la plata. Dado que México desde un principio se caracterizo por ser una de las colonias más ricas de España en cuanto a la minería, se funda la Casa de Moneda de México en el año de 1536,  en cuyos talleres se acuñaron todas las monedas de plata y oro que tendrían una circulación y popularidad a nivel mundial.


Así, todos los reales de plata producidas en la Nueva España, particularmente la célebre moneda de ocho reales, también conocida como peso (de cuyo nombre deriva el que tiene nuestra moneda actual) fue la que tuvo mayor fama, misma que la llevó a recorrer lugares tan lejanos como India, Holanda, África y China, siendo incluso la moneda oficial en estos países.

Real de a ocho español usada en las colonias españolas





La libertad se vuelve moneda

Desafortunadamente, las personas de los sectores socio-económicos más bajos jamás vieron esta enorme riqueza debido a que salía hacia España y el mundo, dejándolos sin ningún tipo de beneficio. La explotación y opresión en la que vivían estas clases bajas produjo, en parte, el estallido del movimiento de independencia en el año de 1810.

Este conflicto trajo consigo diversas problemáticas: Al estallar la guerra, la minería se detiene de manera tajante; insurgentes y realistas abandonaron o derrumbaron varias minas con el fin de que no fueran utilizadas en su respectivo favor. A su vez, se produjo una enorme baja en la circulación de monedas por parte de la gente adinerada, que escondía o mandaba sus riquezas fuera del país.

La falta de circulación de material y monedas logra que se establezcan de manera provisional, varios talleres de acuñación por parte de varios grupos insurgentes que buscaban, sobre todo abastecerse de recursos para poder financiar y continuar  el movimiento. Muchos de estos talleres fueron establecidos en zonas mineras como Zacatecas, Guanajuato, San Luis Potosí, Guadalajara, Durango, entre otras.

Moneda acuñada por el movimiento insurgente de Morelos.

El ejercito de Morelos por ejemplo, acuñó sus propias monedas debido a la falta de las oficiales, necesarias para obtener  alimentos, municiones y soldados (su paga era de 2 reales al día). Muchas de las monedas que acuñó fueron de cobre y poseían un valor fiduciario (su valor no depende del material con el que se fabrica), todas ellas fabricadas en talleres clandestinos y pequeños. Más que una moneda, Morelos fabrica una ideología acuñada en moneda, que se transmite por todo el territorio. La llama insurgente se transmite por medio de la palabra SUD, que significa la insurrección del cura en el sur; el arco y la flecha que simboliza el robo justificado de ganado hacia los hacendados y ricos a manos de los pobres que viven en la miseria; el monograma MO (Morelos) que marcó en varias monedas oficiales en la cara del rey español Fernando VII para representar de manera simbólica la separación de la monarquía y la creación de un Estado independiente por la que propugnaba el líder insurgente. Se establece entonces una guerra psicológica para debilitar a los simpatizantes de la corona.

A su vez, la famosa Junta de Zitácuaro, el primer gobierno provisional creado en 1811 para suplantar al gobierno español, que es dominado en aquél momento por Francia, crea, por primera vez, una moneda con el águila coronada y parada sobre un nopal, que, se encuentra sobre un puente de piedra con la frase “ Fernando VII por la gracia de Dios” . Sin embargo, con la llegada posterior de Morelos a la junta se produce de manera simbólica el rompimiento definitivo con España, una verdadera moneda “nacional”, igual que la anterior, solo que, a diferencia de aquélla, el águila no posee corona y se lee solemnemente “CONGRESO AMERICANO”.A partir de entonces, el águila se mostrará imponentemente, en cada moneda posterior, acompañándonos en la larga lucha que habremos de emprender como incipiente nación. Y aun después de tanto, sigue siendo el insigne escudo que nos identifica orgullosamente como México.

Moneda acuñada por la Junta de Zitácuaro en 1811

Importancia hoy en día

Existen, naturalmente, otros periodos en la historia numismática de nuestro país, sin embargo, cabe resaltar que tanto el periodo colonial como el  insurgente fueron los más importantes. Ambos marcaron, vincularon y definieron una parte importante de nuestra historia, a la historia universal. Nadie imaginaría que el frágil peso mexicano de hoy sea el descendiente de aquel real que llego a dominar el mundo; dos terceras partes de la plata que había en el globo provenía de nuestro país; su nombre “el peso” posará a partir del fin de la guerra de independencia, junto a un águila devorando una serpiente.

Entender una simple moneda es entender una sociedad, marcada a su vez por una cultura propia. La presencia de todos estos elementos (lugares, personajes, símbolos y nombres) que conforman dicha cultura, contenidos en pequeñas piezas de metal, nos habla de una trascendencia, una persistencia que nos obliga a identificarnos como seres humanos que comparten un pasado en común. Una historia que nos  representa ante todo, como mexicanos.