Por: Fernando César López
Introducción
La Crisis de 1961
Es el año de 1945 y según parece, han triunfado los
ideales de la democracia y la libertad una vez más, tras el final de la Segunda
Guerra Mundial el 2 de Septiembre del el mismo año. Tal y como ha pasado
durante decenas de siglos en innumerables sucesos en
la historia del hombre, previos a este conflicto bélico, la
hegemonía del mundo siempre cambia de manos, jamás permanece en un solo grupo
de poder, repito, la historia ya se ha encargado de demostrarlo infinidad de
veces.
Esta vez el control y el dominio del planeta pasaría a
manos de aquellas naciones que resultaron victoriosas en la llamada Segunda
Guerra Mundial. Estas mismas a su vez, destacaron en este conflicto por su notable
participación activa en distintos ámbitos. Estados Unidos, la URSS (Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas), Francia y Gran Bretaña
principalmente, liderarían el famoso grupo conocido como los
“Aliados”, alianza geopolítica conformada por más de cuarenta países,
reunidos con el fin de derrotar a las llamadas naciones de “El Eje”, conformado
por Alemania, Italia y Japón.
Si bien la intención y objetivo primordial, una vez
terminada la guerra, era garantizar la paz entre las naciones del mundo, se
demostró una vez más, que el bienestar social y la seguridad quedan por debajo
de los intereses políticos y económicos. A partir de este momento, dos grandes
superpotencias lucharían constantemente para obtener la hegemonía del
mundo. Estos dos grandes bloques, conocidos como Estados Unidos y la Unión
Soviética se encargarían de acabar con el ideal utópico de alcanzar la paz. Si
bien no se atacan militarmente hablando y directamente, si actúan por medio de
los países aliados de ambas superpotencias, poniendo como ejemplo la guerra de
Corea. Asimismo, existiría una lucha (política, económica, social cultural e
incluso espacial) para aumentar su zona de influencia en el resto del
mundo, para dominar sino de manera belicista, sí ideológicamente.
Como hemos visto anteriormente, los intentos de los
países vencedores fue el de alcanzar la paz y prosperidad. El órgano
internacional que se encargaría de cumplir con esta finalidad
sería la ONU (Organización de las Naciones Unidas), cuerpo internacional que
podríamos llamar como el sucesor de la llamada “Sociedad de Naciones” que
surge tras el fin de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). La intención de
este organismo en un principio fue buena mientras se trataba de asegurar el
cumplimiento de los resultados diplomáticos y políticos tras el fin de la
Segunda Guerra Mundial. Pero en tanto se empezaron a marcar de manera notoria
los intereses de las 2 principales potencias, estas chocan y se enfrentan,
demostrando así la ineficacia de la ONU que supuestamente es un organismo
supranacional, es decir, que está por encima de cualquier nación. La
organización, paralizada por el derecho al veto y la dependencia
incipiente de los distintos estados por un bloque u otro, son un claro
ejemplo de falta de acción de este organismo, que hasta la fecha, sigue sin
cumplir con su cometido adecuadamente.
Además de Austria, una de las naciones que sufriría
constantes embates entre los Americanos y los Soviéticos a causa de los
acontecimientos anteriormente mencionados, sería el país de Alemania. Esta
nación quedaría, a partir de este momento, dividida en dos partes: La República
Federal Alemana(del bloque capitalista) y la República Democrática Alemana( del
bloque comunista).
El surgimiento y desarrollo de las dos Alemanias
El surgimiento y desarrollo de las dos Alemanias
Recordemos que la división del territorio alemán quedó
dividido en cuatro zonas de ocupación militar tras el fin de la guerra en 1945.
El país se repartiría entre las cuatro potencias vencedoras: Francia,
Gran Bretaña, la URSS y Estados Unidos. Al fin y al cabo, la división de
Alemania es un claro ejemplo de como estas dos potencias se reparten el
continente europeo. La parte occidental sería una zona de influencia del bloque
capitalista. Países como Italia, España y Francia quedarían bajo este tipo de
control. Mientras que la parte oriental del continente sería de la URSS.
Los aliados occidentales, por un lado y los soviéticos,
por el otro, intentarían crear una Alemania producto de su propia ideología
respectivamente. Un país que concordara con sus concepciones políticas,
económicas y culturales. En el año de 1948, el bloque capitalista decide
unificar de manera política su zona de ocupación y, de esta forma, autorizar su
concepción como un Estado soberano, que estaría, por supuesto, bajo la
influencia de los Estados Unidos. Este nuevo Estado “soberano” sería
influenciado por el “Plan Marshall”, programa económico liderado por la nación
americana para reconstruir económicamente tanto a Europa occidental como a
Japón.
Gracias a esto, muchos países que habían quedado
devastados tras la Segunda Guerra Mundial, surgen de sus cenizas para
levantarse nuevamente. Obviamente, todo forma parte de un plan de el lado
occidental para “ganarse” a estos Estados y extender su zona de influencia
geopolítica.
Sin embargo, la respuesta de la URSS no se hace esperar y
construye un plan exactamente similar, el llamado “Plan Molotov”. Gracias a
esto en 1949 se constituirá la República Federal Alemana. La zona
soviética va nacionalizando varias industrias y minas fundamentales para un
sustento económico. En este mismo año, nuevas elecciones ratifican de forma
legislativa el surgimiento de esta nueva nación por medio de la constitución de
la República Federal Alemana.
Pese a que, en el transcurso de los años, se intentó
conseguir un proyecto unitario que buscara, fundamentalmente, la recuperación
de la soberanía que intentara conciliar los intereses de ambos bloques, este
proyecto fracasó rotundamente.
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La Crisis de 1961
A manera de antecedente, hay que recordar que, pese a que
se hablaba constantemente de un ataque del lado oriental hacia el occidental,
este nunca se efectuó. Las naciones controladas por el bloque capitalista nunca
tomaron muy en serio un ataque militar por parte de los soviéticos, pese a que
sabían que poseían una considerable ofensiva bélica que bien pudo haber
afectado sus intereses. De hecho el organismo de la OTAN(Organización del
Tratado del Atlántico del Norte) surge precisamente por este miedo de los
occidentales. Reitero, el hecho de que, en aquel momento, Stalin atacara Europa
occidental no resultaba significativo para Estados Unidos, sino, mas bien el
hecho de que el bloque soviético estuviera interesado en buscar la unificación
alemana y poner fin a la división de Europa. Las consecuencias que traería este
suceso, tarde o temprano serían desastrosas para los americanos. Significaría
perder el potencial económico y militar que representaba Alemania para la
comunidad occidental. Dichas consecuencias, contrastan severamente con los
objetivos de la superpotencia capitalista.
Este fue uno de los factores fundamentales que no
permitieron la unificación y neutralidad de Alemania y, en vez de esto, se
decidiera partirla en dos. Para los estadounidenses era claro que si el país se
unificaba, ocurriría una enorme infiltración ideológica de tinte comunista que
permearía por completo al país y, por consiguiente, ganar zona de influencia
sobre el bloque capitalista. Planificadores americanos y británicos habían
advertido que, una Alemania unificada provocaría que los rusos impregnaran del
pensamiento comunista a los trabajadores y estos, a su vez, se dieran cuenta de
la gran cantidad de derechos que no ejercían, ellos desconocen además, cuáles
son estos derechos. Es imprescindible mencionar en esta parte, que una de las
grandes desventajas del capitalismo es la explotación del trabajador, para
conseguir el producto deseado por el empresario. El desencadenamiento de un
movimiento obrero hubiera traído graves consecuencias para la industria
alemana capitalista que generaba grandes beneficios.
A sabiendas de esto los Estados Unidos negaron la
propuesta de Stalin para unificar y desmilitarizar a este país mediante
elecciones en el año de 1952. Rechazaron varias propuestas por parte del lado
soviético para conseguir la neutralidad de este país. Varias veces se
intentaron pactar acuerdos entre la parte occidental y oriental, pero sin
embargo, todos fueron un fracaso rotundo.
Los fallidos acuerdos trajeron como consecuencia que el
bloque de la Alemania socialista anunciara un aumento del nivel de producción
lo que trajo, a su vez, fuertes levantamientos populares que terminaron en
represión y asesinatos.
Pese a todo, los americanos, mantuvieron su postura
anti-desmilitarizada que, llevaron a Jruschev a lanzar un ultimátum, en el cual
se obligaba al bloque capitalista a llegar a una negociación y no tener
acciones bélicas que implicaran un conflicto armado. Algunos años después,
durante la cumbre de 1961, Jruschev realizo un desesperado intento de
solidaridad y ayuda hacia los países que conformaban la cumbre de Viena,
con el objetivo de brindar apoyo a la República Federal Alemana.
A raíz de estos acontecimientos, en el año de 1961,
ocurre finalmente lo que ya se había previsto con anticipación, la separación
definitiva de Alemania mediante el famoso “muro de Berlín” hasta la caída del
mismo en el año de 1989.
El muro creado por parte de la Alemania Soviética tiene
como objetivo, contener a la gente de Berlín y no, como se había dicho, una
amenaza. Para desgracia de la Unión Soviética, su economía empezaba a quedar
estancada desde principios de la década de los años sesenta, lo que provocó a
su vez el desarrollo del bloque capitalista en varias zonas de influencia que
antes pertenecían a la Unión. El nivel de vida occidental que ofrecía el
capitalismo entrañaba un desafío para las economías raquíticas del lado
comunista, que finalmente terminarían por abrir sus puertas al mundo con la
caída del bloque oriental de manera definitiva en el año de 1991.
Es necesario, asimismo, mencionar la represión que
mantuvo el régimen comunista desde el periodo de gobierno de Stalin. El
carácter represivo del comunismo durante el gobierno de Jruschev se hizo
evidente con la terrible represión brutal en Hungría en el año de 1956. Se
confirmaba a su vez que el comunismo era sostenido por los tanques soviéticos y
no tanto por la lealtad hacia la clase obrera. Esto, eventualmente, hizo que
muchas personas empezaran a mirar hacia la Alemania occidental en busca de un
futuro más próspero y más prometedor que ofrecía el bloque capitalista, que
empezaba ya, a ganar constante estabilidad.
Cabe mencionar que, durante la administración del
presidente John. F. Kennedy , negó varios acuerdos, resultado del presidente
Jruschev para realizar alguna especie de propuesta que resolviera el conflicto.
Esto ocurre después de que este último mandatario decidiera hacer un recorte de
fuerzas militares y armamento soviético, con lo que se demuestra que siempre
hubo intenciones por parte de los soviéticos para llegar a un acuerdo de paz,
pero, y me permito remitirme a la historia nuevamente, cuando se trata de algún
asunto que implique los intereses de Estados Unidos, no hay asunto o política a
tratar. Se hace lo que la superpotencia dictamina.
Participación
de personajes políticos
Walter Ulbricht había tenido ya una participación desde
antes de la Guerra Fría, sine embargo, para efectos de este ensayo, es
conveniente mencionar su participación en la llamada “Crisis de 1961”. Este
personaje fue el jefe de Estado de la República Democrática Alemana durante la
famosa crisis anteriormente mencionada. Ulbricht creía firmemente en que podría
llegar a ser de la RDA(República Democrática Alemana) una nación fuerte y
sobresaliente. Siendo este su propósito, detestaba que la gente prefiriera
elegir el lado occidental que el oriental, así que decidió construir el muro,
para, de alguna manera, evitar que la gente siguiera migrando hacia la parte
occidental. Su figura resulta ser polémica ya que había hecho declaraciones
públicas en las que se afirmaba su rechazo hacia la construcción de un muro
entre las dos facciones.
Por el contrario, tenemos en el bloque capitalista a
Konrad Adenauer, el primer canciller de la República Federal Alemana. Encargado
de reconstruir a la Alemania occidental en muchos sentidos. Bajo el auspicio
del bloque capitalista, Adenauer logro que la Alemania Federal se constituyera
como un Estado soberano y miembro de la OTAN, asimismo, logro fortalecer
relaciones con los gobiernos de Francia y Estados Unidos.
Conclusiones
Sin duda, la historia de Alemania al término de la
Segunda Guerra Mundial refleja a menor escala, el enorme conflicto ideológico
entre dos superpotencias que luchaban por la hegemonía del mundo y, de esta
forma, aumentar su zona de influencia en el mundo que, de alguna manera
favoreciera a sus intereses de diversas índoles.
Contrario a las opiniones que he leído respecto a algunos
textos del tema no creo que el surgimiento del muro haya sido completamente la
consecuencia de una falta de acuerdo entre las dos principales potencias
implicadas. Creo que, ante todo, y lo han demostrado en otros sucesos
pertenecientes a la Guerra Fría, velaran por sus intereses antes que
llegar a un acuerdo en común que los favorezca mutuamente. Según veo, no se
trata de obtener un mutuo beneficio, sino de ver quién se impone de manera más
efectiva a un determinado número de países. Finalmente al pelear por la
hegemonía del mundo, estas luchando para ver quién posee mayor influencia sobre
un mayor número de territorio y paulatinamente, tratar de apoderarte de todo.
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Considero una estrategia muy inteligente la política de
Estados Unidos de reconstruir económicamente a varias naciones en vías de
desarrollo para después hacerlas económicamente dependientes de ellas, ya que
se ven obligadas a comprar varios de sus productos. Y de esta manera el
objetivo principal de esta política exterior capitalista se cumple, cuya
finalidad es no hacerte autosuficiente.
Si bien podría enfocarme más en otras consecuencias
negativas del modelo capitalista, considero que es más pertinente y necesario
hablar del modelo comunista de la URSS, ya que su caída nos ayudará a entender
la situación económica actual del mundo.
El modelo que aplica la URSS finalmente proviene de las
ideas de Carlos Marx, principalmente, y otros filósofos. Por lo que he visto y
aprendido a lo largo de mis clases en los distintos niveles educativos,
considero que el modelo que propone no es malo en sí. Se habla de la
remuneración, la no-explotación y defensa de los derechos del trabajador, sobre
la desigualdad de las clases sociales, etc. La teoría(recalco esta palabra) que
se propone no es mala, sin embargo, sabemos que ningún sistema político es
perfecto y cada uno comete errores y fallas a veces imperdonables.
El gran error del comunismo de la URSS, considero yo, es
que existió una supresión de libertades públicas, represión y asesinatos
hacia ciertos grupos y sociedades y esto finalmente permitió que el capitalismo
triunfara en, prácticamente todo el mundo, salvo algunas excepciones como en
Cuba. La caída del comunismo es un claro ejemplo de que la teoría y la práctica
son dos conceptos totalmente distintos. Para que el modelo propuesto funcione
correctamente, se debe aplicar en la misma medida.
Para concluir, lanzo una pequeña
interrogante al aire que surge después de realizar este interesante análisis.
Si bien vemos, gracias al estudio de la Historia, que nada es imperecedero, ya
sean modelos políticos o económicos, eso significa que ¿Llegará un momento en
que estemos regidos por otro modelo económico?. Y, si es así ,¿Qué modelo será?
Solo el tiempo